Uso de la lengua - Evolución de la repostería en España

La repostería en España ha experimentado una serie de cambios a lo largo de los siglos gracias a la fusión de influencias culturales y tradiciones culinarias diversas. Sus raíces a la época de la dominación árabe en la península ibérica, con la introducción de ingredientes como el azúcar, las almendras y el , componentes que las bases de lo que luego conformaría la repostería española.

Durante la Edad Media, el arte de los reposteros vivió un claro florecimiento en los conventos y monasterios, donde los monjes y monjas todo su empeño en la confección de manjares dulces para acompañar las ocasiones especiales y las festividades religiosas. Así, muchas de las recetas tradicionales que hasta hoy, como los «panellets» catalanes o los pestiños andaluces, deben su procedencia a las prácticas de la cocina durante la época medieval.

En el siglo XV, la llegada de los europeos a América una revolución en el ámbito de la repostería, gracias a la introducción de alimentos como el cacao, la vainilla y el maíz. En los siglos posteriores, la confitería continuó desarrollándose y diversificándose, influenciada por las gastronómicas europeas y regionales. El de la cocina francesa, por ejemplo, se observa en la popularidad de los «petits fours» y los «macarons», mientras que en regiones como Galicia destacan los postres elaborados con productos locales, como las «filloas» o las «tartas de Santiago».

Hoy en día, el oficio de repostero es un reflejo de la riqueza cultural y gastronómica del país, con una amplia variedad de elaboraciones dulces que van desde los clásicos hasta las creaciones más . La pastelería de vanguardia, por chefs de gran capacidad creativa, continúa explorando nuevas técnicas y sabores hasta ahora desconocidos, manteniendo al mismo tiempo la tradición. En última instancia, la repostería española sigue siendo un para los sentidos y un testimonio de la pasión y del talento de sus maestros pasteleros.