Uso de la lengua - La edad de la Tierra

La edad de la Tierra indica el tiempo desde su origen hasta nuestros días. Los geólogos y geofísicos modernos consideran que la edad de la Tierra es de unos 4540 millones de años, edad determinada mediante técnicas de datación radiométrica de material de meteoritos​ y que es consistente con la edad de las muestras más antiguas de material de la Tierra y de la Luna. , estudios más recientes basados en el decaimiento de hafnio 182 en tungsteno 182, determinados por el Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad de Cambridge en 2010,​ ​sugieren 4470 millones de años, la datación en 70 millones de años.

Con el de la revolución científica así como el desarrollo de los métodos de datación radiométricos, se realizaron mediciones de la presencia de plomo en muestras minerales ricas en uranio, que indicaron que algunas tenían una edad que los 1000 millones de años.​ El más antiguo de estos minerales que ha sido analizado es el de un conjunto de pequeños cristales de zirconio de la zona de Jack Hills, Australia Occidental; estos tienen, al menos, una edad de 4404 millones de años. ​Comparando la masa y luminosidad del Sol con la de las otras estrellas, parecería que el sistema solar no podría ser más antiguo que rocas. Las inclusiones ricas en calcio-aluminio –los compuestos de meteoritos más antiguos formados en el sistema solar– tienen una edad de 4567 millones de años,​ resulta en la edad del sistema solar y en una cota superior para la edad de la Tierra.

Existe una hipótesis que afirma que la formación de la Tierra comenzó poco tiempo después la formación de las inclusiones ricas en Ca-Al y los meteoritos. Como se desconoce el instante en que ocurrió la formación de la Tierra y las predicciones obtenidas mediante diferentes modelos de creación van desde unos pocos millones de años hasta unos 100 millones de años, es difícil determinar la edad exacta de la Tierra. También es difícil precisar la edad concreta de las rocas más antiguas sobre la superficie de la Tierra, ya que probablemente sean agregados de minerales de distintas épocas. El gneis Acasta, ubicado en el norte de Canadá, podría la masa rocosa más antigua expuesta en la corteza terrestre.